por Jorge TribóMar del Plata
Por lo visto, la dictadura militar no solo dejo sus pichones en el área de economía (Martinez de Hoz y sus Chicago’s Boy), sino que puso unos cuantos huevos en el poder judicial (ahora los pichones, bien empollados, los están rompiendo)
Quien hoy está rompiendo el cascaron, es la jueza María José Sarmiento, que dicho sea de paso, ingresó al poder Judicial, hace 30 años (aproximadamente en 1980), ¿no le dice nada?, era plena dictadura militar y para ingresar a la carrera judicial había que ser confidente del proceso).
Posteriormente, hace 16 años, ella fue designada Magistrada, (aproximadamente en 1994, durante el gobierno de Menem)
Aparentemente, la jueza no salió de adentro de un repollo que compró algún comandante del proceso en la feria del mercado, sino que, por el contrario, tenia fuertes vínculos familiares con la dictadura, su padre, el teniente coronel Luis Sarmiento, durante la dictadura militar trabajó nada menos que en la Secretaría de Inteligencia del Estado (con todo lo que ello significa), en 1982 su mismo padre fue delegado de la SIDE en la Sudáfrica del apartheid.
Su representante legal en la SIDE era su colega Eduardo San Emeterio, otro oficial del Ejército, que a principios de la década de los ’60 cursó la Escuela de las Américas y la Escuela Superior de Guerra de Francia, cuna de la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria. Su hijo homónimo (Luis Sarmiento Jr.) es un ex liceísta que defiende a la mayoría de los acusados por la masacre de Margarita Belén, a Luciano Benjamín Menéndez y a Cecilia Pando.
Como vemos, los mismos radicales que en el año 1976 golpeaban las puertas de los cuarteles (al igual que en el año 1955) y le facilitaban funcionarios a las dictaduras, ahora golpean las puertas del poder judicial, en este caso, el de una jueza hizo su carrera judicial de la mano de los genocidas y hoy, es la impoluta, que defiende los reservas del banco central, que se destape la olla, pues…
Quien hoy está rompiendo el cascaron, es la jueza María José Sarmiento, que dicho sea de paso, ingresó al poder Judicial, hace 30 años (aproximadamente en 1980), ¿no le dice nada?, era plena dictadura militar y para ingresar a la carrera judicial había que ser confidente del proceso).
Posteriormente, hace 16 años, ella fue designada Magistrada, (aproximadamente en 1994, durante el gobierno de Menem)
Aparentemente, la jueza no salió de adentro de un repollo que compró algún comandante del proceso en la feria del mercado, sino que, por el contrario, tenia fuertes vínculos familiares con la dictadura, su padre, el teniente coronel Luis Sarmiento, durante la dictadura militar trabajó nada menos que en la Secretaría de Inteligencia del Estado (con todo lo que ello significa), en 1982 su mismo padre fue delegado de la SIDE en la Sudáfrica del apartheid.
Su representante legal en la SIDE era su colega Eduardo San Emeterio, otro oficial del Ejército, que a principios de la década de los ’60 cursó la Escuela de las Américas y la Escuela Superior de Guerra de Francia, cuna de la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria. Su hijo homónimo (Luis Sarmiento Jr.) es un ex liceísta que defiende a la mayoría de los acusados por la masacre de Margarita Belén, a Luciano Benjamín Menéndez y a Cecilia Pando.
Como vemos, los mismos radicales que en el año 1976 golpeaban las puertas de los cuarteles (al igual que en el año 1955) y le facilitaban funcionarios a las dictaduras, ahora golpean las puertas del poder judicial, en este caso, el de una jueza hizo su carrera judicial de la mano de los genocidas y hoy, es la impoluta, que defiende los reservas del banco central, que se destape la olla, pues…
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